La nueva etapa en la gestión de la basura

El acuerdo de este miércoles de proponer la adjudicación del contrato de la basura a Valoriza Servicios Medioambientales abre una nueva etapa en la gestión de este servicio, época que romperá con más de tres décadas de Conyser al frente del mismo. La empresa cacereña, que hasta ahora había resistido el envite de los grandes grupos del sector (antes en manos de constructoras y ahora de fondos de inversiones), era sinónimo de recogida de basura y limpieza viaria en la ciudad.

En principio nada tiene que cambiar si la nueva adjudicataria del servicio cumple con su oferta y se ajusta a las condiciones que el ayuntamiento marca en los pliegos del concurso. No obstante, la primera interrogante es cómo va a afectar al bolsillo del usuario la nueva concesión. Aunque de esto no se hable por el gobierno municipal, que ahora se centra en su mensaje de ‘revolución fiscal’ con la rebaja de la presión impositiva, lo cierto es que el servicio que se preste con la nueva concesión costará más a las arcas locales y la principal fuente de financiación del mismo es la tasa que abonan los usuarios.

El ayuntamiento puede asumir la diferencia. Pero a este mayor coste se añade que en la primavera de 2025 entra en vigor la obligación que establece la ley de residuos y suelos contaminados para una economía circular de fijar una tasa que refleje el coste real, directo o indirecto, de las operaciones de recogida, transporte y tratamiento de los residuos. No solo de la recogida de la basura, que dentro de unas semanas prestará ya Valoriza, sino también del tratamiento de los residuos en el vertedero -se le denomina con el eufemismo de ecoparque- de la carretera de Badajoz, servicio que, curiosamente, también empezará a prestar en breve Valoriza con otro contrato de gestión de un servicio público, en este caso no lo tendrá con el ayuntamiento, sino con la empresa pública regional Gespesa.

Limpieza viaria y recogida de basura van a tener un coste superior a los diez millones de euros frente a los ocho que, según reflejan las liquidaciones de los presupuestos del ayuntamiento, han tenido en los últimos años, ejercicios en los que, no obstante, el contrato de Conyser ya estaba en periodo de prórroga y con las principales inversiones del mismo amortizadas en el plazo real de concesión.

La nueva concesión que se prestará con Valoriza tiene un coste mayor por, entre otras razones, la inversión, a la que se añaden los gastos financieros, que tendrá que realizar la empresa para la modernización de los equipos y maquinaria. El coste podría haber sido incluso inferior, pero la oferta de la empresa adjudicataria solo ha bajado un 0,19% los precios iniciales puestos por el ayuntamiento. En otros concursos esas bajas son muy superiores. Pero el contrato de la basura ha destacado por lo ajustado de los valores tipos que ha puesto el ayuntamiento. Esto, seguramente, explica la renuncia de Conyser a presentarse, aunque por la dirección de esta empresa no se han llegado a hacer públicas las razones, y que solo concurriera Valoriza. El coste más importante es el de personal, con más de 6 millones, la plantilla tiene 171 operarios. 

A ese gasto de 10 millones se suma, al menos, otro millón que los presupuestos del ayuntamiento destinan a los costes del vertedero, son más de 11 millones. ¿Cómo se trasladará esto a la tasa? Pues, probablemente, con otro eufemismo como el de ecoparque.

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