EL APUNTE

Mateos acaricia su primer objetivo

Este lunes se inicia el proceso de reuniones para que el presupuesto se apruebe (inicialmente) antes del 1 de enero

Votación en el pleno de la corporación de una moción con los apoyos de los concejales del PP y Vox.

Votación en el pleno de la corporación de una moción con los apoyos de los concejales del PP y Vox. / EL PERIÓDICO

José Luis Bermejo

José Luis Bermejo

El portavoz del gobierno y edil delegado de Economía, Ángel Orgaz, habló este viernes durante media hora de los presupuestos de 2024, que es la primera decisión importante que debe adoptar la actual corporación local. No dijo mucho en concreto, salvo varias puntualizaciones, pero, en el fondo, lo dijo todo.

 Lo primero que dijo es que este lunes cada grupo político se debe retratar sobre su apoyo o rechazo al presupuesto, que probablemente sumará en su texto definitivo más de los 78,5 millones inicialmente anunciados, y que, ocurra lo que ocurra, antes del 1 de enero pasará por el pleno para someterlo a su aprobación inicial, no definitiva. 

Si este lunes se ha convocado el consejo rector del Instituto Municipal de Asuntos Sociales para debatir su presupuesto es porque, pese a que PP y Vox afirman que no hay un acuerdo cerrado, el gobierno tiene la confianza de que tendrá el respaldo de Vox, como lo tuvo el lunes en la votación del presupuesto del consorcio Cáceres Ciudad Histórica. El gobierno se puede pegar un tiro en el pie y un acuerdo en contra el lunes no invalida un cambio de opinión en el pleno cuando se vote el presupuesto consolidado, pero, aunque hay antecedentes, no es sensato exponerse a que te tumben tu primera norma importante en la primera votación.

Lo segundo que dijo es que se aceptan propuestas del grupo municipal socialista y citó el incremento de la partida destinada a la ayuda al comercio como un ejemplo. Otras propuestas quedan para su debate a lo largo de 2024 para su posible inclusión con cargo al remanente de tesorería. Esto quiere decir que el PSOE no respaldará el presupuesto porque ha solicitado otras medidas que, por ejemplo, no necesitarían de una partida, como aprovechar que la modificación de la ordenanza del IBI aún no es definitiva para mantener el recargo en las viviendas vacías -que en la práctica no se ha podido cobrar nunca- o que sea mayor el porcentaje de subvenciones de libre concurrencia frente a las nominativas. Yesto no está en las cuentas ni en la ordenanza. Sobre la utilización del remanente de tesorería para cualquier gasto, surgen dudas. En los años que han estado suspendidas las reglas fiscales, el remanente se ha utilizado para casi todo. Pero el próximo año vuelven a estar en vigor y en esta situación el remanente ha tenido unos objetivos precisos, entre éstos destacaban atender a los acreedores de operaciones de gasto no previstas en los presupuestos (esto permitió que en ejercicios anteriores se atendiese gran parte de la deuda con las empresas que tienen servicios en concesión) y recortar las operaciones financieras (entiendo que ahora la prioridad será amortizar las operaciones de crédito por las que solo este año se calcula un pago de 450.000 euros en intereses).

Y lo tercero que dijo fue que el presupuesto puede ser aprobado por todos los grupos políticos. Esto quiere decir que solo tendrá el voto de Vox. Es normal que se busque la unanimidad, lo han hecho todos los gobiernos, pero ninguno lo ha conseguido. Podemos ya dijo este viernes que no lo aprobará, no era ninguna sorpresa, y la definición que del presupuesto hizo su portavoz, Consuelo López, lo dejó claro, definió el presupuesto como de «caridad, mantilla y toros».

La conclusión final es que el alcalde, Rafael Mateos, acaricia su primer gran objetivo, aprobar el presupuesto antes del día 1, será solo una ratificación inicial, pero esto ya es mucho para lo ocurrido otros años en los que las cuentas se votaban en manga corta.

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