ENTREVISTA | Eva Arenales de la Cruz Presidenta del colectivo Manuel J. Peláez

“Si las feministas no nos tomáramos la vida con humor sería imposible soportar tanto”

Eva Arenales, presidenta del colectivo Manuel J. Peláez

Eva Arenales, presidenta del colectivo Manuel J. Peláez / EL PERIÓDICO

Sandra Moreno Quintanilla

La presidenta del colectivo Manuel J. Peláez de Zafra destaca la importancia de abordar el reto demográfico en zonas rurales, promover la igualdad y el activismo. Integra el humor en su feminismo para comunicar y aboga por cambios significativos para afianzar a las mujeres en áreas rurales.

En 2022 fuiste elegida presidenta del colectivo Manuel J. Peláez de Zafra. ¿Cuáles son las principales iniciativas que se han desarrollado en la asociación desde entonces?

Programamos foros sobre temas relacionados con los derechos humanos, el reto demográfico, la emergencia climática, la lucha contra la violencia de género o los valores democráticos, con actividades de tipo cultural. Además, el colectivo participa en otros encuentros y proyectos, muchos en alianza y colaboración con otras entidades y grupos afines de la comarca Río Bodión. Apostamos por la implicación en la red MenEngage Iberia para la vinculación de los hombres en la erradicación de las violencias y desigualdades de género.

Dada la diversidad de temas que aborda la asociación, ¿cuál consideras que es el área de trabajo más urgente o prioritaria en la actualidad?

El reto demográfico es un asunto prioritario. Los pueblos son unos espacios magníficos para la vida, para el desarrollo equilibrado y en libertad de los y las niñas. Los pueblos son los garantes de la biodiversidad y del medio ambiente, tenemos que cuidar lo pequeño, porque nuestros pueblos también son cultura y tradiciones, saberes y conocimiento y no nos podemos permitir perder ese legado. Y tenemos que trabajar la igualdad y la equidad social, porque las brechas de desigualdad se acrecientan día a día.

 En tu perfil de la red social X te describes como “mujer y feminista, abolicionista, NO vientres de alquiler, participación y ruralidad, amigas, amigos, familia, buen humor y muchas militancias”. ¿Cómo integras el buen humor en tu activismo y en tus diferentes militancias?

Si las mujeres feministas no nos tomáramos la vida con un poco de humor y bastante ironía sería imposible soportar tanta inconsciencia o, mejor dicho, tanta conciencia machista. El humor no evita la denuncia de las provocaciones machistas, que lo hago con contundencia, pero entre las compañeras es imprescindible sacarle punta a la situación, con el puntito de humor, de ironía recuperamos la creatividad, generamos respuestas son más mordaces y más incisivas y recuperamos, por qué no, la diversión. 

 ¿Cuáles crees que son los desafíos específicos que enfrentan las mujeres que viven en entornos rurales?

La permanencia de las mujeres en las zonas rurales es una condición indispensable para revertir el envejecimiento y el abandono de los pueblos. La vida en los entornos rurales es amable, genera menos estrés, la cercanía y la convivencia son más palpables, hay gestos de ayuda mutua casi a diario y sin embargo nos seguimos yendo. Hay menos empleo y menos servicios y esto es vital.