ENTREVISTA | Martirio Guadalupe Martínez-Lage Soler Maquinista de Renfe

"Renfe no tiene en cuenta el sexo ni la edad del trabajador, solo sus capacidades"

Martirio Guadalupe Martínez-Lage, maquinista de Renfe.

Martirio Guadalupe Martínez-Lage, maquinista de Renfe. / EL PERIÓDICO

Juan José Ventura

Juan José Ventura

Martirio Guadalupe Martínez-Lage Soler es todo un ejemplo de reinvención profesional. Letrada especializada en temas de igualdad de género, cambió la toga para convertirse en maquinista de trenes, decisión que ha transformado positivamente su vida. Su amplia sonrisa así lo delata. Con sus compañeros de la residencia de Mérida tiene una excelente sintonía y la ayudan en todo.

¿Qué le llevó a tomar la decisión de dejar su carrera como abogada y embarcarse en una nueva trayectoria como maquinista de Renfe?

Trabajé con víctimas de violencia de género y después en una empresa de seguridad, pues tengo un máster en este ámbito y también otro en infraestructuras críticas. Necesitaba un cambio en mi vida y leí que en Renfe había muchas posibilidades laborales. Me llamó la atención la profesión de maquinista sobre todo.

¿Cómo fue el proceso de preparación para las oposiciones a maquinista?

Lo primero que hice fue informarme en Renfe. Hay que empezar sacándose la licencia para conducir trenes. Tienes que inscribirte en un curso y hacer unas prácticas. Después viene la Oferta Pública de Empleo (OPE), la oposición. Por una parte, el temario incluye el reglamento de circulación y conocer las características propias de cada tren y cada vía. También hay una parte de materias específicas complementarias, de mecánica y de electricidad, de las que no tenía ni idea. Afortunadamente, mi marido es ingeniero y me ayudó a comprender todos los temas de motor. 

¿Cuáles fueron los mayores desafíos que enfrentaste durante tu transición de abogada a maquinista? ¿Cómo los superaste?

Los cambios llevan muchas complicaciones y por eso lo hablé con mi marido y mi hija. Tuve un apoyo total de ellos. Después, tuve que decidir entre empresa privada o pública, pero tenía clarísimo que me decantaría por Renfe, pues me daba más seguridad. Trabajan con protocolos exhaustivos. Incluso el personal tiene que superar anualmente unos reconocimientos médicos muy exigentes.

¿Qué aspectos de tu nuevo trabajo te brindan una mayor satisfacción?

En primer lugar, está el orgullo de poder acceder a lugares donde habitualmente no llega el ciudadano de a pie, como llevar el tren por el Puerto de Sevilla, llegar a Santa Justa, a Atocha o a la estación de Mérida con la visión privilegiada que ofrece la cabina de maquinista de tren. Otro motivo de satisfacción es trabajar con tecnología punta y saberla manejar. Finalmente, es interesante conocer todo el trabajo que hay detrás de coger un tren.

¿Cómo es el ambiente laboral en Renfe? ¿Has tenido buena acogida entre sus compañeros en Extremadura?

Renfe no tiene en cuenta el sexo ni la edad del trabajador, sino sus capacidades. Soy el claro ejemplo de todo eso.