LOS INQUILINOS DE LA HISTORIA: HOTELES, OFICINAS, AULAS, MUSEOS Y HOGARES FORMAN EL TEJIDO INTRAMUROS

¿Quiénes son los propietarios de la Ciudad Monumental de Cáceres?

Un tercio de los recintos está en manos públicas, otro tercio en manos privadas, y un porcentaje parecido lo gestiona la iglesia

Los dueños de Atrio son los principales propietarios privados, con tres recintos y otro en cesión

Ya hay cuatro fundaciones gestoras de estos edificios: Atrio, Mercedes Calles, Tatiana Pérez y Gaspar de Búfalo

La conservación es compleja por la protección de los inmuebles históricos y por la necesidad de permisos exhaustivos para cualquier mejora

palacios web

palacios web / EL PERIÓDICO

Un palacio tras otro, iglesias, ermitas, conventos, casas fuertes... Más de medio centenar de recintos históricos forman en Cáceres el Tercer Conjunto Monumental de Europa, una ciudadela dormida en el Medievo y el Renacimiento que impresiona a cuantos pasean por sus calles, da igual las veces que lo hayan hecho. La pregunta que siempre se viene a la cabeza es: ¿Cómo se conservan todas estas joyas?

Solo un tercio continúa en manos privadas, bien como grandes hogares palaciegos, bien como cesiones a negocios de hostelería, incluso ambas cosas a la vez. Otro tercio pertenece a instituciones públicas (Estado, Junta, Diputación, Universidad...). Un tercio más a la Iglesia y algunos a fundaciones, lo que garantiza que estos grandes inmuebles se mantengan en condiciones bastante óptimas.

Veamos a continuación quiénes son los auténticos dueños de la parte antigua de Cáceres, gestores que conservan los recintos como museos, archivos, centros administrativos, lugares de culto, restaurantes, hoteles o simplemente hogares. La mayoría se encuentran abiertos debido a los servicios que ofrecen. Otros permanecen ocultos tras sus muros.

La iglesia: arte por fuera, patrimonio por dentro

La Diócesis de Coria-Cáceres y las órdenes religiosas tienen la responsabilidad de cuidar hasta 14 edificios en el recinto amurallado y su entorno más próximo. Las principales iglesias son Santiago (orígenes en el siglo XII), Santa María (XIII), San Mateo (XIV) y la Preciosa Sangre (XVII), a las que se puede unir la vecina San Juan (XIII). Se suman además ermitas intramuros o muy cercanas: el Vaquero (en honor a Gil Cordero), la Paz, San Antonio de Padua (sobre una sinagoga), las Candelas o la Soledad (creada en el siglo XIII como hospital de caballeros).

Al listado se añaden también los tres conventos dentro de la muralla: Santa Clara (XVIII), San Pablo (XV-XVIII) y la Enfermería de San Antonio (XVII), levantada por la nobleza para cuidar a los frailes de San Francisco el Real, hoy convento de las Jerónimas. Y por último, el Palacio Episcopal (XVI), frente a Santa María, el único que puede llamarse así en Cáceres porque así lo dejó establecido Alfonso IX en los fueros.

«Todo este patrimonio se gestiona a través de la Delegación Diocesana de Patrimonio Cultural, de la Administración Diocesana y de las propias parroquias, cuyos feligreses colaboran en su mantenimiento con colectas y donativos», explica Carmen Fuentes, una de las responsables de la Delegación de Patrimonio, que además recuerda el esfuerzo de las cofradías y las ayudas que en ocasiones concede la Administración local, provincial o regional.

Y es que el gasto de la Iglesia en conservación tiene un peso importante, dada la antigüedad de sus edificios, los más longevos de Cáceres después de las torres y la muralla (cuyo mantenimiento corresponde al ayuntamiento). «No se trata solo del exterior, con las cubiertas y los muros, también del interior, con la retablística, las imágenes, la pintura y escultura», detalla Carmen Fuentes.

Además, al ser en su mayoría edificios ubicados en la Ciudad Monumental, declarada Bien de Interés Cultural (BIC), las actuaciones «deben contar siempre con la autorización de la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico y del Consorcio Cáceres Ciudad Historia.

La Diputación de Cáceres: ocho joyas centenarias que conservar

La Diputación Provincial de Cáceres se ha hecho paulatinamente con la titularidad de ocho palacios y casas fuertes, garantizando así su supervivencia, convertidos en centros administrativos, culturales y sociales de primer orden, que gestiona de forma directa o los tiene cedidos a terceros. Uno de ellos es el Solar de los Ulloa (XVI), que alberga la Escuela de Bellas Artes Eulogio Blasco, adquirido por compraventa en 1987.

Otra joya, el Palacio de Carvajal con su torre redonda (XV-XVI), se ha convertido en sede del Patronato de Turismo y Artesanía, y Centro de Interpretación de la Provincia de Cáceres, con un jardín que preside su higuera centenaria. La institución adquirió este inmueble en octubre de 1985 a Álvaro Cavestany de Anduaga y Dolores de Carvajal. Fue amueblado con objetos de anticuarios y de la tradición cacereña para alojar a personalidades como la infanta Cristina o Camilo José Cela. A fecha 27 de abril de 2012 se declaró BIC, un título que ha sido pedido por la Diputación para el resto de palacios sin que conste la respuesta en sus archivos. Aun así, les ampara la catalogación BIC de toda la Ciudad Monumental.

El listado de propiedades sigue con la Casa de Pereros (XVI), antigua casa cuna de niñas, hoy Centro de Estudios Internacionales Presidenta Charo Cordero, que funciona como colegio mayor con contenidos culturales tras una profunda reforma. La institución lo compró en junio de 1926. También posee la Casa de los Moraga (XV), actualmente Centro Provincial de Artesanía, una de las últimas adquisiciones (1999).

Mención expresa merece el Palacio Provincial, sede de la institución, en la plaza de Santa María, que ocupa el antiguo Convento de Santa María de Jesús y algunos solares. Existían, por ejemplo, las calles Bodeguina y Cementerio, las Casas de Ulloa y otros espacios, que tras la desamortización se unieron a este complejo. Inscrito a favor de la Diputación en 1933, entonces se hizo constar que dichas dependencias estaban en posesión de la institución desde 1868, en que fueron cedidas por el ayuntamiento.

Las oficinas también ocupan otro inmueble centenario, la Casa de los Duques de Valencia (XVI), «formada por la agrupación de tres fincas registrales adquiridas por compraventa el 7 de abril de 1982. El nombre que consta en el inventario es Palacio Duquesa de Valencia–Palacio de los Golfín Roco», detallan desde la institución.

Luego existen edificios de suma importancia cedidos por la Diputación para distintos usos. Por un lado, la Casa de los Caballos (XVI), que forma parte del Museo de Cáceres y que está a punto de someterse a una reforma esperada hace 40 años. Comprada en octubre de 1979, actualmente está cedida en uso al Estado por otros 30 años a fin de continuar como ampliación de dicho museo (el acta se firmó en 2023).

Por otro lado, el Palacio de los Marqueses de Torreorgaz (o del Comendador de Alcuéscar), que es propiedad de la Diputación desde 1986, pero que se explota a través de la Red de Paradores, puesto que forma parte del Parador de Cáceres.

Un amplísimo patrimonio que la Diputación mantiene con fondos propios consignados en su presupuesto año tras año según las necesidades. Esta gestión tiene un doble brazo: por un lado existe la Sección de Patrimonio, que lleva un control de los datos y del inventario de dichos bienes; por otro está la Sección de Mantenimiento dentro del Área de Infraestructuras, que se encarga de su buen estado.

Conservar estos inmuebles en una ciudad catalogada como Patrimonio de la Humanidad «supone una responsabilidad muy elevada, dada la importancia histórica de los mismos y los recursos que debemos habilitar para el mantenimiento de cada uno», concluyen desde la Diputación Provincial.

Propiedades privadas: hoteles y restaurantes

Los palacios de propiedad privada que se utilizan como locales de hostelería en régimen de cesión o sociedad son bastante numerosos. Aquí destacan por ejemplo tres inmuebles de alojamiento y gastronomía gestionados por ‘Atrio’, de modo que Toño Pérez y José Polo se convierten en los principales propietarios privados de la Ciudad Monumental, con un total de cuatro recintos (el cuarto es una fundación): tres propios y otro explotado en régimen de cesión.

Así, tienen su hotel ‘Atrio Relais & Châteaux’ en San Mateo, obra de Luis Moreno Mansilla y Emilio Tuñón Álvarez, maestros del diseño contemporáneo. Allí se emplaza su restaurante de tres estrellas Michelín. Unos metros más abajo, en la calle Ancha, están a punto de abrir uno de los hoteles más exclusivos del país con once suites de alto standing y servicio de mayordomo. Para ello han realizado una inversión millonaria en la compra y rehabilitación de Palacio de los Paredes-Saavedra (XIV-XV-XVI), que hunde sus raíces en la época final de la Reconquista, donde algunos tendrán el privilegio de dormir.

Pero además, los dueños de ‘Atrio’ dirigen el ‘Restaurante Torre de Sande’, que ocupa una parte del Palacio de los Saavedra-Torre de Sande (XVI), también en el centro del recinto intramuros. Dicho palacio mantiene una parte privada, residencia durante largos años del Vizconde de Rodas, fruto a su vez de la unión de varias propiedades de familias como Ulloa o Sande.

Palacio de los Saavedra-Torre de Sande (XVI).

Palacio de los Saavedra-Torre de Sande (XVI). / EL PERIÓDICO

Y es que algunos de los grandes edificios privados con fines hosteleros combinan además este uso con el de domicilios de lujo. Así ocurre en el Palacio de los ‘Golfines de Arriba’ (XV), otro coloso con fachadas a la calle Olmos y al adarve del Padre Rosalío, también formado a través de la historia por la suma de varios palacios. En una parte vive la familia Churruca y López Montenegro, y la otra funciona hace años como restaurante ‘Golfines’, con capacidad para grandes eventos.

Más historia adaptada al ocio del siglo XXI: la Casa de Durán de la Rocha (XVI) es hoy la acogedora Taberna ‘Sir Lancelot’; y la antigua Casa de Ovando-Aldana (XIV) funciona como restaurante ‘La Cacharrería’.

Hogares en la Historia: un lujo cada vez más escaso

El siguiente gran grupo lo forman las residencias privadas, familias que han logrado mantener las propiedades de sus largos linajes, o bien han comprado estos recintos para disfrutar del privilegio de vivir entre muros medievales y comer en salones renacentistas.

En el Palacio de los Condes de Adanero (XVI), junto al adarve de Santa Ana, viven sus propietarios. En su origen fueron Ovando-Mogollón y este recinto incluía el Palacio de la Generala, pero los linajes siguieron más tarde caminos separados. Destacan los grandes sillares almohadillados de su portada, muy característica del Cáceres histórico.

Uno de los más amplios es el Palacio de Ovando (XVI), en la plaza de Santa María, construido por una de las dinastías más poderosas de la historia cacereña que da nombre a varias casas fuertes de la ciudad. Sus inquilinos originarios fueron Hernando de Ovando (su hermano, Frey Nicolás, se convirtió en el primer gobernador de La Española) y Mencía de Ulloa. Hoy es residencia privada de los Condes de Canillero.

En la plaza de San Mateo, frente a ‘Atrio’, se ubica la Casa de Carvajal y Ulloa (XV), perteneciente a la familia Oriol, que ha invitado en diversas ocasiones a los Reyes de Bélgica, fotografiados viendo las procesiones cacereñas. Fue la casa de Diego García de Ulloa ‘El Rico’, regidor de Cáceres y uno de los nobles más importantes de su época.

También está la Casa del Águila (XV), adquirida y reformada por la familia Hernández Mancha, ahora en venta con su piscina superior de vistas extraordinarias. En ella nació Álvaro de Sande, general de los tercios españoles en el reinado del Emperador Carlos V y de Felipe II.

Casa Mudéjar de Cáceres.

Casa Mudéjar de Cáceres. / CEDIDA

Otra residencia particular es la Casa Mudéjar (XIV), con una fachada única en la Ciudad Monumental, donde nació Cristóbal Enríquez, que formó parte de la expedición que descubrió el río Amazonas (XVI). Llegó a funcionar como pub durante años. También está el Hospital de los Caballeros, promovido por Lorenzo de Ulloa ‘El Rico’ para alojar a los caballeros peregrinos que pasaban hacia Santiago en el siglo XVII. Tras convertirse en albergue de sacerdotes y estudiantes, durante el último siglo ha funcionado como vivienda particular. También frente a la desaparecida Puerta de Mérida se emplaza la casa nobiliaria de Sánchez Paredes (XV), con su gran empaque y su hermoso patio.

Las fundaciones suponen una aportación crucial

El papel de las fundaciones resulta fundamental para que Cáceres pueda lucir algunos de sus palacios emblemáticos en el mejor de los estados. La primera que asumió la responsabilidad del patrimonio fue la Fundación Mercedes Calles y Carlos Ballesteros, creada en 2002, con sede en la Casa de los Becerra (XV), modelo de la arquitectura civil cacereña de finales de la Edad Media. Está situada en la estratégica plaza de San Jorge y acoge exposiciones de gran valor cultural, desde Warhol a Sorolla pasando por Picasso, Rembrandt, Rubens o Goya.

En el año 2015 le siguió la Fundación Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno, que abrió al público el mayor palacio de la parte antigua, los Golfines de Abajo (XV-XVI), donde se programan visitas a diario para mostrar este coloso histórico con su sala de armas, el gabinete, el oratorio, el mobiliario, las esculturas, los códices y documentos tan relevantes como las Cuentas de Isabel la Católica, conservadas por quien fue su camarero, Sancho de Paredes Golfín. Se trata de un edificio crucial en la historia de Cáceres donde esta reina pasó dos importantes estancias y donde se evitó que continuara el expolio galo en la Guerra de la Independencia.

Asimismo, la Fundación Gaspar de Búfalo abrió en 2019 el complejo de la Casa del Sol, tras una completa rehabilitación de la Casa de los Vargas-Figueroa (XVIII). Se trata de un recinto cedido por el Obispado a los Misioneros de la Preciosa Sangre en el corazón intramuros, que suma tres inmuebles muy amplios ahora destinados a albergue, restaurante, espacio social y cultural, y centro de interpretación sobre el Archivo de los Ovando y sobre la labor de la orden.

Existe una cuarta fundación que acaba de ver la luz, Atrio Cáceres, para el fomento, investigación, formación, promoción y apoyo en el ámbito de la cultura en cualesquiera de sus manifestaciones. Ya ha iniciado el Festival ‘Atrium Musicae’ y las actividades en colegios. Tendrá su centro en la antigua sede de la Demarcación de Carreteras, frente a la concatedral, edificio que incluye una portada del siglo XVI y tres escudos del seminario de Galarza. El laureado arquitecto Emilio Tuñón ya lo tiene en mente entre sus próximas rehabilitaciones.

Junta de Extremadura: alojamiento de lujo, cultura y fondo histórico

El Gobierno autonómico es el propietario del edificio que experimenta ahora mismo la mayor obra: el Palacio de Godoy. Será un hotel de cinco estrellas bajo la firma Curio Collection by Hilton, con 72 habitaciones (algunas con salón), un restaurante de alto nivel, una cafetería en los jardines (800 m²), una piscina cubierta y un centro de convenciones. La Junta ha firmado un protocolo de cesión a diez años.

Además son de su titularidad el Palacio Luisa de Carvajal (XVIII), en su origen residencia de jesuitas y hoy Filmoteca, Escuela de Arte Dramático y Administración de Cultura; y el gran Palacio de los Toledo Moctezuma (XV-XVI), dedicado a Archivo Histórico Provincial.

Dos edificios del Estado... Y la casa del Mono

El Gobierno de España también tiene propiedades en Cáceres. La Casa de los Ovando Perero, reformada en el siglo XV, fue levantada por los Paredes, una familia que llegó con la Reconquista, y ahora forma parte del Parador de Turismo. También el Palacio de las Veletas (XVI), principal edificio del Museo de Cáceres cuyas salas custodian fondos de hasta 400.000 años atrás, tiene titularidad estatal, aunque lo gestiona la Junta. Caso curioso es el de la Casa del Mono (durante años sede de la Biblioteca Zamora Vicente), que fue cedida a Diputación y que ésta aprobó revertir al Estado en el pleno de abril de 2022, sin que de momento haya habido respuesta del titular.

Servicios Centrales de la Universidad de Extremadura

En la plaza de Caldereros se ubica la Casa de los Ribera (XV), familia noble del linaje de los Duques de Alcalá. Actualmente alberga el Rectorado de la Universidad de Extremadura. Justo enfrente está el Palacio de la Generala (XIV-XVI), de gran porte, con su torre desmochada y su matacán. Ha sido residencia noble, sede de El Periódico Extremadura, Facultad de Derecho y desde hace años Servicios Centrales de la Universidad de Extremadura.

El Ejército custodia la torre más elevada

El Palacio de las Cigüeñas (siglo XV) es la sede del Gobierno Militar. Alberga la única torre que mantuvo sus almenas y constituye el punto más alto de la ciudad, un mirador privilegiado que puede ser visitado por el público.

El origen romano, en sede financiera

El Palacio de Mayoralgo, integrado por la unión de otros anteriores (de la Cerda, de los Ribera...), se convirtió en la sede de Caja Extremadura (hoy Unicaja Banco) tras una inversión millonaria. Las obras descubrieron en su subsuelo los orígenes de Norba Caesarina.