MUJERES QUE HACEN EXTREMADURA | EMPRENDIMIENTO | Sara Villegas Lancho Fundadora de Dehesia Cosmética EcoNatural

«El 80% del equipo es mujer, rural y extremeña»

«El 80% del equipo es mujer, rural y de Extremadura».

«El 80% del equipo es mujer, rural y de Extremadura». / EL PERIÓDICO

Sara Villegas Lancho (Malpartida de Cáceres, 1985) luchó durante años por conseguir un producto que le funcionara a su dermatitis atópica grave. A raíz de una crema de caléndula que le facilitó una amiga y que le alivió, comenzó a investigar todo lo relacionado con las plantas medicinales. Hace más de cinco años nació su empresa: Dehesia Cosmética EcoNatural, que cuenta con más de 250 puntos de venta en toda España y tienda online.

Dehesia lleva el nombre de Extremadura a toda España.

Es lo que quise desde el primer momento, tener una marca extremeña porque me siento muy de aquí. Cuando empecé a crear mis cosméticos me daba cuenta de que tenía que comprar aceites y plantas de fuera, cuando a mi alrededor en esta región tenía millones de plantas y de aceites que estaban disponibles y que eran mucho más afines a mi piel. Quise crear una marca de aquí. 

¿Quiénes están en el departamento de I+D?

Ahí estoy yo junto con las personas del equipo trabajando en la creación de la fórmula. Hay gente en el equipo que también trabajan con otras marcas. Tenemos un laboratorio externo que nos ayuda a formular a lo que yo no llego. Somos un equipo multidisciplinar y cada uno va aportando. El diseño de la fórmula, la idea y las pruebas son mías.

¿De qué forma se ayuda a la igualdad de la mujer en el entorno laboral?

Nosotros no tenemos la idea de contratar a una persona por ser hombre o por ser mujer, sino por que tenga lo que necesitamos para ese puesto. Es cierto que la cosmética históricamente ha estado muy relacionada con la mujer y en nuestro equipo, por casualidad, el 80% son mujeres y rurales, extremeñas. En la tienda física sí buscábamos una mujer, porque la mayoría de las clientas son mujeres y pensamos habría mayor conexión. Aunque hay tiendas que las llevan muy bien los hombres y cada vez hay más clientes hombres. 

¿Alguna vez se ha sentido discriminada?

Yo por ser mujer, no. O quizás no he querido sentir ninguna traba o ningún techo de cristal. He tirado para delante. No he sentido que por ser mujer se me cerraran puertas, incluso al revés, porque tenía más subvenciones que mi pareja que también es autónomo. En la actualidad, las mujeres podemos emprender igual que ellos. 

El negocio funciona y se ha ampliado, ¿de qué forma ayuda a disminuir la despoblación?

Ampliamos el proyecto en Casar de Cáceres, donde hemos encontrado una nave. Al final la marca es de la dehesa. Eso es lo que queremos. Somos gente joven, formada y rural y ayudamos con esos contratos, con esas compras y con todo el valor que generamos en la región con esa economía circular. Afianzamos a esa población y también a las empresas con las que trabajamos. El objetivo es ofrecer desde aquí un producto de calidad. 

Además, ‘ecofriendly’.

Amamos la naturaleza y hacemos producto natural porque ayuda también a la salud interna y a la piel. Contribuimos a que todos esos residuos que genera la industria cosmética sean menos, y tratamos de evitar parte de esa degradación y contaminación con todo el sistema.